Los ascensores y las carretillas elevadoras integrales ingresan a puertos y bordes. Cada vez más: la importación de maquinaria y dispositivos aumentó un 50% de año en marzo, y en algunos productos, el aumento alcanza casi los cinco veces lo que entró hace un año. Las fábricas metalúrgicas viven un escenario que combina el reemplazo de procesos de producción completos: una recesión que no cesó en partes de la cadena clave, como la fundición; La depresión del consumo y la paliza de los aranceles de Donald Trump que golpean los materiales que usan.
En el caso de herramientas y materiales, el aumento es del 30%. El dólar mayorista a $ 1060 accedido por empresas, que compran todo tipo de bienes en el extranjero, es de $ 30 más bajo que hace un mes, cuando accedieron a un tipo de cambio a $ 1095. “Es un tipo de cambio barato que sirve a una economía extractivista”, dijo una fuente que pasa en el sector.
Los ejemplos son varios. La importación de máquinas para la industria láctea aumentó un 70% de año, al año. La de las máquinas agrícolas para la preparación del suelo o cultivo (sembradas, piezas, productores, etc.), 84.9% año -en -años; Dispositivos de elevación (elevadores, carretillas elevadoras, etc.), 232.8% año -O -ORA y maquinaria de carretera autopropulsada, 398.8% año -on -Year.
Aliado a Paolo Rocca y con una lista de unidades, Martín Rappallini asume en la UIA y promete renovar el perfil industrial
Cuanto cayó la industria
El enfoque de aquellos que fabrican herramientas y máquinas para otras industrias es que los artículos que se creen como motores de desarrollo y que convierten toda la cadena productiva, como la agricultura, el gas y el petróleo, ahora se usan solo como claves extractivistas. “No hay impulso de la industria nacional, el régimen de incentivos a grandes inversiones (RIGI) solo dejó el 20% para los proveedores nacionales y la ley de las PYME está encerrada”, analizó la misma fuente.
La sustitución de la importación es heterogénea: hay compañías que ya han reemplazado procesos productivos con productos comprados en el extranjero, así como distribuidores y proveedores que están dedicados exclusivamente a él. En marzo, según datos de la Asociación de Industrias Metalúrgicas de la República Argentina (ADIMRA), la actividad creció 2,9% año en año, en comparación con un tercer mes de 2024 muy malo, y cayó un 1,3% en comparación con febrero. Pero, además, es un 10% inferior al promedio de 2023 y el año pasado sufrió una disminución acumulada del 12.1%.
En términos históricos, la PYME metalúrgica exportó hace 10 años alrededor de USD 10,000 millones al año, pero con las sucesivas recesiones de los últimos años, el sector se redujo cada vez más y ahora la expectativa es vender solo USD 4,000 millones.
Nuevo apoyo del gobierno de Trump a Milei: “merece el apoyo del FMI porque el país realmente está progresando”
Doble golpe: recesión y tarifas de los Estados Unidos
Los pronósticos empeoran con la amenaza de aranceles que aplicará Estados Unidos. “Hay compañías que tienen un doble golpe a través del arancel del 25% hasta el acero y el aluminio y la que Trump aplicará una vez que haya pasado el período de gracia de los 90 días”, explicaron las fuentes del campo al perfil, que ejemplificó con las compañías de Córdoba que exportan el 60% de su producción a los Estados Unidos.
Entre las diferentes partes de la cadena metalúrgica, la más fácil de reemplazar es la de la materia prima. La fundición de “averiguar”: la demanda cae 11% en el año en un contexto de actividad anual promedio del 51%, dijo un informe de la Cámara de Industrial de la República Argentina (Figura). El 47.2% de las empresas redujo su plantilla de empleados (41.7% ligeramente y 5.6% sustancialmente), mientras que el 50% no registró cambios. Solo el 2.8% informó un ligero aumento, algo que “refleja un escenario laboral contractivo, de acuerdo con el bajo uso de la capacidad instalada”, dijo el documento.
Los metalurgales elevan el perfil en la UIA
En el medio del complejo panorama, el jefe de Adimra – Recreationalmente reelegido – Elio del Re, pidió atletismo en la Unión Industrial Argentina (UIA). En el último año, con el flash inflacionario, la depresión del consumo y la recuperación heterogénea de la actividad industrial en general, el desacoplamiento de la realidad de que las PYME y las grandes empresas generaron fricción en el organismo que, a partir de este jueves, dirigirá a Martín Rappallini.
Del Re, con la situación de su sector subyacente, buscó elevar el perfil y será el vicepresidente de las PYME, un lugar que no está ocupado por el jefe de una cámara hace varios años, sino por delegados de la entidad de fabricación nacional. El artículo está compuesto por el 90% por pequeñas y medianas empresas de capital locales de tamaño mediano.
“Aquellos que están produciendo temen que lo que sucedió en los años 90. Un complejo panorama de despidos, sonrisas, poca venta y altos costos de producción”, reflejó una fuente metalurgia.
Ml









