¿Quién dice que las citas modernas se basan en fotografías de perfil y biografías perfectamente escritas? Para la Generación Z, las conexiones se construyen a partir de marcadores más significativos y pequeños esfuerzos.
Según una nueva encuesta realizada por la aplicación de citas india QuackQuack, 3 de cada 5 personas que se citan en la Generación Z deciden si una conexión permanece superficial o avanza hacia algo real en función del nivel de vulnerabilidad, el tiempo de respuesta y cualidades más matizadas.
La encuesta en línea se realizó entre 8567 personas de la Generación Z de entre 18 y 26 años de áreas metropolitanas y ciudades indias de nivel medio. Los participantes son usuarios activos de aplicaciones de citas durante al menos 3 meses.
El fundador y director ejecutivo de la aplicación, Ravi Mittal, comentó: “Las citas ahora son mucho más que la apariencia física o la apariencia física. Es más significativa e intencional. Especialmente cuando se trata de personas de la Generación Z, quieren mirar más profundamente; hoy en día, incluso los mensajes de texto tienen un peso emocional: el tono, el ritmo, incluso cuántos emojis se usaron en un asunto de texto. Estamos notando que durante el último año, las pequeñas decisiones tienen un gran impacto cuando se trata del estilo de citas de la Generación Z”.
La vulnerabilidad es moneda digital
La encuesta dice que el 41 por ciento de las personas que se citan entre 22 y 26 años compartieron que se sienten más cómodos interactuando cuando una pareja muestra una vulnerabilidad honesta. 7 de cada 10 encuestados dijeron que, si bien no aprecian la eliminación del trauma desde la primera conversación, están cansados de las caras de póquer emocionales. Compartir algún hábito peculiar o admitir que tenemos algún defecto hace que la conversación sea más humana y fluida al instante. Demuestra que la persona no tiene miedo de ser ella misma ni espera que su pareja actúe con calma en todo momento. Este tipo de conversaciones fomentan una conexión más profunda desde el principio. Aisha (25), de Delhi, dijo: “No me gustan las personas misteriosas que dan una sensación de “nadie me conoce”. Esas personas demasiado pulidas o misteriosas no funcionan en la época actual. La gente quiere conocer gente real”.
El tiempo de respuesta equivale a retroalimentación emocional
Más del 33 por ciento de las mujeres y el 25 por ciento de los hombres de la Generación Z de ciudades de Nivel 1 y 2 revelaron que las coincidencias con un tiempo de respuesta inconsistente los hacen sentir menos valorados. El momento es tan importante como la calidad de la interacción; si ambos no están alineados, a menudo se interpreta como un bombardeo amoroso. Los encuestados explicaron que, si bien una respuesta rápida no significa inmediatamente un interés genuino, desaparecer en mitad de una conversación sin explicación casi siempre se traduce en falta de confiabilidad y desinterés. Para la Generación Z, el momento oportuno se interpreta como una intención. Las respuestas abruptas o tardías sin contexto desencadenan suposiciones negativas, incluso si el motivo es inocente.
Textos largos sobre respuestas vagas
La encuesta encuentra además que 4 de cada 6 personas de la Generación Z mayores de 22 años dijeron que encuentran una conexión más fluida cuando la longitud del mensaje es mutua, no mínima. Los mensajes más largos son pegajosos es solo otro folclore de Internet, según estas personas que se citan. Aditi de Mumbai dijo: “Enviar un texto largo no te hace parecer demasiado disponible. ¿Qué es eso? En todo caso, te hace parecer interesado y legible”.
Por último, el 17 por ciento de los participantes calificó el esfuerzo desequilibrado como el mayor disruptor del ritmo de la relación. “Una persona abre su corazón y la otra responde con una ‘K’, ¿cómo es eso justo?” preguntó Ruhani (25). Y añadió: “Si escribo un texto reflexivamente ingenioso y obtengo un jajaja, mentalmente me desemparejo inmediatamente. No se trata sólo del número de palabras; es la intención”.









