Las lluvias extremas y las inundaciones en China en junio y agosto fueron el tercer evento más costoso.
Catalogar los fenómenos meteorológicos extremos es una tarea anual de la organización benéfica que busca subrayar el costo económico y humano de un clima cambiante.
Se basa en cálculos de pérdidas económicas realizados por el gigante asegurador Aon, y la mayoría de las estimaciones se basan en pérdidas aseguradas y no incluyen los costos totales de la pérdida de ingresos, la degradación ambiental y el desplazamiento humano.
Un techo de hojalata cuelga de una línea eléctrica en Brisbane en medio del ciclón. Crédito: Getty Images
El informe también se basa en el creciente conjunto de investigaciones que vinculan el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero con fenómenos meteorológicos específicos.
Después del ex ciclón tropical Alfred, que fue el octavo desastre más costoso de la lista, el “estudio de atribución rápida” de ClimaMeter encontró que la tormenta arrojó más lluvia de la que habría arrojado sin el cambio climático impulsado por el hombre.
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La tormenta, que amenazaba con atravesar centros urbanos densamente poblados como ciclón tropical de categoría cuatro antes de ser degradada antes de tocar tierra, debió gran parte de su intensidad y precipitaciones extremas a temperaturas oceánicas superiores al promedio.
Los investigadores también notaron que Alfred se desplazó más al sur de lo normal, lo que generó preocupaciones de que las temperaturas más cálidas del océano permitirían que las tormentas de viento se desviaran hacia nuevos territorios y atravesaran asentamientos que no estaban preparados para ellas.
En general, los científicos esperan que haya menos ciclones bajo un clima más cálido, pero es más probable que los que se formen sean más intensos.
Davide Faranda, director de investigación del Laboratoire de Science du Climat et de l’Environnement, dijo que los eventos documentados no fueron desastres aislados ni naturales.
“Son el resultado predecible de una atmósfera y océanos más cálidos, impulsados por décadas de emisiones de combustibles fósiles”, afirmó.
Un camión parcialmente sumergido debido a una inundación repentina en Brisbane el domingo. Crédito: Getty Images
Los países ricos tienden a ocupar un lugar más alto en la clasificación de costos de desastres, ya que normalmente tienen precios de propiedad más altos y los residentes están en mejores condiciones de pagar un seguro.
Sin embargo, las economías de las naciones más pobres suelen verse más afectadas por los extremos del cambio climático, ya que estos países tienen menos recursos para responder.
El director ejecutivo de Christian Aid, Patrick Watt, dijo que los hallazgos subrayan la urgente necesidad de adaptación, particularmente en el Sur Global, donde los recursos son escasos.
Un árbol cerca de la costa se derrumbó frente a un complejo de apartamentos el 9 de marzo en Scarborough, en Redcliffe, cerca de Brisbane. Crédito: Getty Images
“Las comunidades más pobres son las primeras y las más afectadas”, afirmó.
AAP
