Para una mujer joven de 26 años, un problema de salud rutinario se volvió inesperadamente grave cuando se le diagnosticó un malestar persistente en el cuello como un nódulo folicular de la tiroides.
La parte médica fue sencilla: necesitaba cirugía. La parte emocional no lo fue.
Las cirugías tradicionales de tiroides suelen dejar una cicatriz larga y visible en la parte frontal del cuello. Para alguien que atravesaba algunos de los años más importantes de su vida a nivel personal, social y profesional, la idea de una marca permanente en el cuello resultaba abrumadora.
“Su miedo era muy real”, recuerda el Dr. Amol Wagh, consultor de Cirugía General y Laparoscópica del Hospital Wockhardt en Mumbai Central. “Cada vez que hablábamos del procedimiento, su mano instintivamente se llevaba el cuello. No se trataba de vanidad, se trataba de confianza y comodidad”.
Para proteger tanto su salud como su tranquilidad, el Dr. Wagh recomendó una alternativa moderna: la tiroidectomía endoscópica a través de la axila. Al crear tres pequeños puertos de 5 mm a través de la axila, se podría realizar toda la cirugía de tiroides sin hacer una sola incisión en el cuello.
El enfoque mínimamente invasivo aseguró una menor pérdida de sangre, heridas más pequeñas, una recuperación más rápida y, lo más importante para ella, un cuello completamente limpio y sin cicatrices visibles.
Para la paciente, el momento más tranquilizador llegó después de la cirugía, cuando se miró en el espejo y vio exactamente lo que esperaba: ninguna marca en el lugar donde más temía.
“La prioridad era restaurar la salud de su tiroides”, dijo el Dr. Wagh, y continuó, “pero darle un resultado que le permitiera volver a la vida con confianza era igualmente importante”.
Hoy se recupera bien, agradecida por un tratamiento que protegió su salud preservando su apariencia. Su caso destaca cómo las técnicas quirúrgicas avanzadas pueden ofrecer precisión clínica sin comprometer la estética, brindando a los pacientes jóvenes la libertad de sanar sin tener que llevar un recordatorio de por vida.
