Jim Beam, un elemento básico en el mundo del whisky, pausará la producción en su icónica destilería Happy Hollow. ¿Qué significa esto para los amantes del bourbon?
Barriles de bourbon apilados en una casa de barriles en la destilería Jim Beam
La marca de whisky de renombre mundial Jim Beam ha anunciado planes para pausar la producción en 2026, en medio de luchas ante las guerras comerciales de la administración Trump. Las operaciones en la destilería Happy Hollow de la compañía en Clermont cesarán el 1 de enero, mientras que el centro de visitantes permanecerá abierto.
Continuarán las operaciones de embotellado y almacenamiento. Un comunicado de la compañía decía: “Siempre estamos evaluando los niveles de producción para satisfacer mejor la demanda de los consumidores y recientemente nos reunimos con nuestro equipo para discutir nuestros volúmenes para 2026.
“Hemos compartido con nuestros equipos que, si bien continuaremos destilando en nuestra destilería artesanal (Freddie Booker Noe) en Clermont y en nuestra destilería Booker Noe más grande en Boston, planeamos pausar la destilación en nuestra destilería principal en el campus James B. Beam para 2026 mientras aprovechamos la oportunidad para invertir en mejoras del sitio.
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“Nuestro centro de visitantes en el campus de James B. Beam permanece abierto para que los visitantes puedan tener la experiencia completa de James B. Beam y unirse a nosotros para comer en The Kitchen Table”.
La producción se detendrá desde principios de enero.
La industria del bourbon de Kentucky, valorada en 9 mil millones de dólares, ha estado luchando en medio de una reciente caída en la demanda. Para contrarrestar esto, la producción de whisky se redujo al nivel más bajo desde 2018.
Según el grupo industrial Distilled Spirits Council de Estados Unidos, las exportaciones de bebidas espirituosas estadounidenses cayeron un 85 por ciento, a menos de 10 millones de dólares en el segundo trimestre de 2025. El presidente y director ejecutivo, Chris Swonger, atribuyó esto a las “tensiones comerciales persistentes”.
La reciente guerra comercial de Trump con Canadá y otros países también ha tenido un efecto en cadena en la industria. Canadá ha estado boicoteando las bebidas espirituosas estadounidenses desde marzo debido a los aranceles de Trump, y las ventas de whisky estadounidense al país han disminuido más del 60% en los últimos meses.
Competidores como Brown-Forman, fabricante de whisky Jack Daniel’s Tennessee, también se han visto afectados, y anunciaron despidos o pausas de producción más breves a principios de 2025.
A principios de esta semana, la oficina del Primer Ministro canadiense, Mark Carney, dijo que Canadá y Estados Unidos iniciarán conversaciones formales para revisar su acuerdo de libre comercio a mediados de enero.
Treinta y seis estados de EE.UU. dependen de Canadá como su principal destino de exportación, con casi 3.600 millones de dólares canadienses (aproximadamente 2.700 millones de dólares) en bienes y servicios que cruzan la frontera cada día.
Las guerras comerciales de Trump han impactado a numerosas industrias a lo largo del año, incluida la agricultura, afectando particularmente a los agricultores. A principios de diciembre, el presidente anunció un paquete de ayuda agrícola de 12.000 millones de dólares para impulsar a los agricultores que han tenido dificultades para vender sus cultivos mientras se ven afectados por el aumento de los costos después de que el presidente aumentara los aranceles a China.
El paquete de ayuda fue el último esfuerzo de la administración para defender la gestión económica de Trump y responder a la angustia de los votantes por el aumento de los costos.
