La industria cinematográfica húngara, que genera mil millones de dólares al año, está en riesgo debido a los aranceles estadounidenses. Foto: Atila KISBENEDEK / AFP
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Se trajo un hacha de utilería mientras los miembros del equipo preparaban el escenario para una película de terror que se estaba filmando en el antiguo instituto psiquiátrico de Budapest, una de las numerosas producciones de Hollywood que se estaban llevando a cabo en la capital húngara.
Pero es la floreciente industria cinematográfica húngara que genera mil millones de dólares al año y que ha sido apodada “Hollywood en el Danubio” la que pronto podría enfrentar el corte en forma de aranceles impuestos por el presidente estadounidense Donald Trump.
“Es como un meteoro que se dirige hacia la Tierra. O pasa o nos golpea”, dijo a la AFP Karoly Radnai, director general de la importante empresa tributaria húngara Andersen.
“No hay forma de adaptarse. Si Trump introduce aranceles, será muy malo para nosotros”.
Lugares interesantes, mano de obra barata y un generoso plan de reembolsos en efectivo han convertido al país de Europa central de 9,5 millones de habitantes en un lugar atractivo para rodar.
Entre la gran variedad de producciones extranjeras filmadas aquí se encuentran éxitos de taquilla épicos de ciencia ficción como la franquicia “Dune” y dramas de época de autor, como “The Brutalist”, ganador de cuatro premios BAFTA y tres Globos de Oro.
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¿Solución alternativa?
Pero Trump propuso en mayo un impuesto del 100 por ciento sobre las películas producidas en el extranjero, afirmando que la industria cinematográfica estadounidense está “MURIENDO una muerte muy rápida”. Reiteró su amenaza arancelaria en septiembre.
Si bien los expertos coinciden en que la subcontratación ha perjudicado gravemente a la industria cinematográfica de California, se muestran escépticos sobre si los aranceles pueden resolver algo.
“El modelo actual es tan importante para los resultados de Hollywood que los productores encontrarán una solución alternativa a los aranceles si se aplican”, dijo a la AFP Timothy Havens, profesor de la Universidad de Iowa.
Budapest, con su arquitectura ecléctica y varios estudios modernos, se ha convertido en el centro de producción más importante de Hollywood fuera del mundo de habla inglesa, señaló.
Esto es especialmente cierto para los servicios de streaming, añadió, debido a sus series exclusivas de alta gama que presentan elementos visuales espectaculares.
“Estos efectos especiales o tomas de exteriores son caros. Para poder costearlos necesitan mano de obra barata, que Hungría puede proporcionar”, dijo Havens.
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El comisionado del gobierno húngaro para el desarrollo de la industria cinematográfica, Csaba Kael, dijo que la cuestión de los aranceles se ha planteado a la administración Trump.
El comisario del gobierno húngaro para el desarrollo de la industria cinematográfica, Csaba Kael, espera que pronto quede claro el futuro de las subvenciones del país a las producciones cinematográficas. Foto: Atila KISBENEDEK / AFP
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“Nos gustaría seguir adelante”, afirmó a la AFP.
Según cifras oficiales, en 2023 se gastó en Hungría una cifra récord de 910 millones de dólares en producciones cinematográficas extranjeras.
Eso representa un aumento de cuatro veces en cinco años, y la mayor parte del gasto se destina a producciones estadounidenses.
Para Hungría, las producciones extranjeras aportan algo más que dinero, según Kael, que también dirige el Instituto Nacional de Cine estatal que apoya a los cineastas.
Mientras que las estrellas visitantes que publican selfies con lugares emblemáticos de Budapest promueven la imagen del país en el extranjero, las producciones también brindan una experiencia valiosa a los equipos locales, dijo.
“Los mejores directores y directores de fotografía están transmitiendo sus conocimientos”, dijo Kael, citando “Rise of the Raven”, una serie de televisión histórica coproducida por Hungría y estrenada este año.
La industria de servicios cinematográficos de Hungría también ofrece oportunidades destacadas a artistas talentosos, como la decoradora Zsuzsanna Sipos.
Al principio, Sipos encontró trabajo como asistente de colegas extranjeros con más experiencia. Ganó el Oscar al Mejor Diseño de Producción en 2022 por su trabajo en la primera película de “Dune”.
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‘Podría desmoronarse’
La industria de servicios cinematográficos de Hungría empezó a despegar en 2004, tras la adopción de un sistema que permitía a los proyectos cinematográficos registrarse para obtener un reembolso en efectivo.
Según el programa, el 30 por ciento del gasto en producción local es elegible para reembolso.
El futuro de ese programa es ahora incierto después de que el gobierno nacionalista del primer ministro Viktor Orban suspendiera el registro de nuevos proyectos en junio.
Si bien el comisionado del gobierno Kael ha asegurado que el asunto se solucionará pronto, los productores temen una incertidumbre prolongada a medida que el gobierno se centra en otros programas importantes para los votantes antes de las elecciones cruciales del próximo año.
El productor Daniel Kresmery afirma que la industria cinematográfica húngara necesita el apoyo del gobierno a largo plazo. Foto: Atila KISBENEDEK / AFP
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En el set de rodaje de Budapest a principios de este mes, el productor Daniel Kresmery dijo que “por ahora, las cosas siguen funcionando, pero podrían desmoronarse muy fácilmente”.
“El gobierno necesita volver a mostrar su apoyo a largo plazo”, advirtió el productor húngaro nacido en Estados Unidos, que trabaja en HeroSquared, una de las varias empresas locales que prestan servicios a producciones cinematográficas extranjeras.
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