Tanto el entrenamiento de resistencia (RT) como el entrenamiento de intervalos de alta intensidad (HIIT) produjeron niveles suficientes de mioquinas para ayudar en la lucha contra el cáncer, según un estudio.
Si bien RT usa fuerza externa como pesos para desarrollar músculo y fuerza, HIIT usa ráfagas de ejercicio cortas e intensas seguidas de breves períodos de recuperación para mejorar la aptitud cardiovascular y la resistencia.
Investigadores de la Universidad Edith Cowan (ECU) encontraron que los sobrevivientes de cáncer que siguieron el entrenamiento de resistencia o HIIT habían reducido el crecimiento de estas células de cáncer de mama in vitro en un 22 por ciento y un 25 por ciento, respectivamente.
“Esto sugiere que ambos tipos de ejercicios pueden ayudar a retrasar el crecimiento de las células cancerosas”, dijo Francesco Bettariga del equipo universitario.
Aunque no hubo diferencias importantes entre los efectos de RT y HIIT, “curiosamente, con HIIT, la reducción del crecimiento de las células cancerosas se relacionó con un aumento en el músculo magro y una disminución de la grasa corporal después de 12 semanas de entrenamiento”, agregó Bettariga.
El equipo declaró que diferentes tipos de ejercicios tienen diferentes impactos en el cuerpo, con un entrenamiento de resistencia capaz de mejorar sustancialmente la fuerza y la masa muscular, mientras que HIIT puede estimular la aptitud cardiorrespiratoria y reducir la masa de grasa.
“Es muy importante averiguar si diferentes tipos de ejercicio causan diferentes efectos en las mioquinas y sus posibles efectos supresores de cáncer”, dijo Bettariga.
Las mioquinas son una proteína producida por los músculos durante el ejercicio, que tienen
Efectos anticancerígenos.
El equipo siguió a los sobrevivientes de cáncer de seno a través de un programa de entrenamiento de 12 semanas para investigar cómo el entrenamiento de resistencia y el HIIT afectan cada uno el crecimiento de las células de cáncer de mama en las pruebas de laboratorio utilizando muestras de sangre de sobrevivientes de cáncer de mama.
“Los resultados mostraron que ambos grupos de participantes tenían niveles más altos de mioquinas al final del programa de 12 semanas, que al principio, lo que significa que independientemente del ejercicio que realice, puede obtener beneficios”, dijo Bettariga.
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