Argentina se posicionó como uno de los tres países con la mayor presión fiscal sobre el empleo formal a nivel mundial, según un estudio realizado por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).
El informe analizó 39 naciones y colocó a Argentina en tercer lugar, con un peso del 34.6% del costo laboral total en contribuciones personales y contribuciones del empleador.
Solo Austria (35.7%) y Francia (35%) registraron una carga impositiva más alta, mientras que el promedio de los países que constituyen la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) fue significativamente más bajo, con 21.6%.
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El desglose de esta carga revela que las contribuciones realizadas por los trabajadores alcanzan el 13.4% del costo laboral total, una cifra que excede el promedio de la OCDE, que es 8.1%.
Esto posiciona a Argentina en el séptimo lugar en todo el mundo en esta categoría, detrás de países como Eslovenia, Lituania y Alemania. En contraste, países como Nueva Zelanda, Dinamarca y Colombia no exigen contribuciones personales obligatorias.
Por otro lado, las contribuciones del empleador en Argentina son equivalentes al 21.2% del costo de mano de obra total, muy por encima del promedio del 13.4% registrado en la OCDE. Este porcentaje coloca a Argentina en el décimo lugar a nivel mundial, con Francia, la República Checa y Estonia liderando esta categoría.
Sin embargo, en algunos países, como Nueva Zelanda, Chile y Colombia, los empleadores no deben enfrentar esta carga.
