Además, las personas que se repletan por la retroalimentación, se vuelven a la defensiva o ignoran las sugerencias de desarrollo a menudo se perciben como menos abiertas y entrenables, erosionando las relaciones y las oportunidades de promoción.
El espejo que necesitas
El psicólogo Daniel Goleman definió la autoconciencia como conocer los estados internos, las preferencias e intuiciones. Sin embargo, a menudo no somos los mejores jueces de nosotros mismos. Podemos sobreestimar nuestras habilidades en áreas como la comunicación, el liderazgo y el trabajo en equipo.
Se necesita valor para buscar comentarios y aún más para usarlo sabiamente.
Según el psicólogo Adam Grant, los compañeros de trabajo a menudo son más precisos para predecir cómo su personalidad afecta el rendimiento que usted mismo. Sin comentarios, basa su desempeño en suposiciones, no en evidencia. Cuando estás abierto a verte a través de los ojos de los demás, obtienes acceso a ideas que pueden desbloquear un nuevo nivel de crecimiento.
Algunos comentarios de comentarios se basan en una visión genuina y se entregan con buena intención. Otros son inútiles, mal informados o incluso maliciosos.
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Para evaluar el valor de la retroalimentación, considere dos dimensiones: la intención de la persona que lo ofrece (útil versus inútil) y su habilidad o experiencia en el área que están comentando (habilidad alta versus baja).
Cuando alguien tiene una intención útil y una alta habilidad, esté abierto al aprendizaje y reflexión. Por el contrario, cuando la intención de alguien es cuestionable y la habilidad es baja, no descarte inmediatamente los comentarios; En cambio, tenga curiosidad por las ideas sobre ellos, usted y su relación. Adoptar este enfoque ayuda a diferenciar el ruido de la información.
Si te encuentras atrapado en una espiral de comentarios, reproduciendo un comentario negativo una y otra vez, permítete sentirte. Tus emociones son válidas. La clave es elegir su respuesta. Reenviar lo que puede controlar y redirigir la energía a una acción con propósito.
Construyendo su retroalimentación músculo
Cuanto más practique recibir comentarios, más fácil será. Para ayudar a hacer crecer el músculo de su retroalimentación, aquí hay cinco consejos a considerar:
Identificar áreas para el crecimiento. Cuando reciba comentarios útiles, reconozca dónde puede hacerlo mejor. Esto señala la madurez y la propiedad proactiva de su desarrollo. Gestión de sus emociones. Es normal sentir una sacudida de defensa al recibir comentarios, especialmente si es inesperado. Respirar. Resista el impulso de explicar, justificar o discutir. En cambio, escucha. Hacer preguntas aclaratorias. Construya el hábito de pedir comentarios. Preguntas como “¿Qué es lo que podría haber hecho mejor en esa reunión?” o “¿Cómo se acercó mi acercamiento con el equipo?” Invite la entrada constructiva. Clarificar y reflexionar. A veces, la retroalimentación es vaga (“necesitas ser más estratégico”) o confuso. Haga preguntas aclaratorias: “¿Puedes darme un ejemplo?” o “¿Cómo sería ‘más estratégico’ en mi papel?” Luego, reflexione sobre lo que ha escuchado y considere lo que está dentro de su control para cambiar. Muestra aprecio. Si alguien le da comentarios, especialmente si lo pidió, gracias. Se necesita valor para ofrecer observaciones honestas. Más importante aún, demuestre que ha tomado la opinión en serio al actuar en consecuencia. Incluso los pequeños cambios de comportamiento indican su compromiso con el crecimiento.
Se necesita valor para buscar comentarios y aún más para usarlo sabiamente. Comience por estar abierta a las voces, queridas o difíciles de escuchar, que puede darle forma a usted para mejor. Como dijo Leo Tolstoi: “Si te importa demasiado por ser elogiado, al final no lograrás nada serio”.
Escuchar. Aprender. Y luego crecer con intención.









