En un revés para el Gobierno de Javier Milei, la Cámara de Diputados rechazó el veto presidencial a la ley de emergencia en discapacidad después de reunir el apoyo de dos tercios de sus miembros. La definición de promulgación de la norma ahora está en manos del Senado, donde este jueves se decidirá si el veto es firme o si finalmente se rechaza por completo. Este último implicaría que la ley debería ser promulgada.
La oposición logró reunir la tercera mayoría especial con 172 votos afirmativos, mientras que el fallo y sus aliados totalizaron 73 rechazos. Hubo 2 abstenciones. El estándar busca actualizar los aranceles de beneficios para la inflación y crear una pensión no confritora equivalente al 70% de la jubilación mínima, una iniciativa que se extiende contra el equilibrio fiscal por parte del gobierno.
El problema se analizó en “comunistas”, donde se coincidió que detrás de la decisión del ejecutivo existe una posición ideológica contra una preocupación más que fiscal. “Lo que está en juego es mantener un consenso ideológico que se ha consolidado en Argentina desde 2008. El mensaje detrás del veto es que hay una población considerada ‘sobrante’ para el sistema, y que el estado decide retirarse de su asistencia. La crueldad se transforma en un programa político”, dijo el historiador Eduardo Sartelli, invitó a la Tabla de la Tabla del Programa que es BROVER BROVOCCASS por Brevo a Brevo a Brevo a los lunes.
Sartelli describió la administración de Milei del “pinocetismo popular” ya que, en su visión, permite recortes bajo el argumento de la eficiencia económica, enfatizando la idea de que el gobierno no persigue un ahorro de fondos públicos sino para tomar músculo y ser congruente con su ideología.
El conductor de emisiones, Juan Di Natale, contextualizó el rechazo parcial del veto que contribuye con los números en el universo de las personas con discapacidades que existe en Argentina. Según los datos, la ciudad de Buenos Aires dirige la proporción del Certificado de Discapacidad (CUD) único cada diez mil habitantes, seguido de provincias como Río Negro, Neuquén, Salta y Catamarca. En números absolutos, la provincia de Buenos Aires concentra el 40% de los certificados actuales, mientras que la ciudad representa el 9.7%, Santa Fe 7.4% y Córdoba 6.7%. Un hecho relevante es que el 28% del CUD corresponde a niños entre 0 y 14 años, lo que muestra la magnitud del problema desde una edad temprana.
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El Licenciado en Comunicación Social Omar Zanarini señaló con lo que definió como una “operación” del gobierno para instalar la idea de que los certificados son truchas. “Lo que se busca es socavar la legitimidad del reclamo y reforzar la crueldad hacia las personas con discapacidades. Hoy en el Congreso se demostró que el pueblo argentino tiene la voluntad de mantener la presencia del estado contra una población vulnerable que no se puede descartar”, dijo.
Hacia el final del tema, el economista Nau Bernués declaró que, en comparación con otros países, Argentina registra un mayor porcentaje de personas con discapacidad. El líder del Partido de los Trabajadores, Vanina Biasi, rechazó que leer y explicó que el último censo muestra que el 10.5% de la población sufre de algún tipo de discapacidad, aunque solo el 4% tiene un certificado. Para ella, la diferencia responde a la precariedad laboral y las condiciones de vida: “Un país que aprueba las leyes laborales regresivas tendrá más personas discapacitadas y, al mismo tiempo, menos atención a ellos. Las comparaciones internacionales son excusas para reducir los derechos”, advirtió.
LB / FPT