La medida busca priorizar los recursos y la protección en las áreas de riesgo, mientras que los turistas deben ser vacunados en privado.
El Ministerio de Salud de Argentina ha anunciado que la vacuna contra la fiebre amarilla se aplicará de forma gratuita solo a los residentes y trabajadores de las áreas endémicas del país, como parte de una estrategia para optimizar el uso de recursos públicos y garantizar la protección en las áreas más vulnerables a la transmisión de la enfermedad.
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La medida se centra en las provincias y departamentos con un mayor riesgo de transmisión, como misiones, corrientes, formosa y partes de Salta, Jujuy y Chaco. Los residentes de estas áreas podrán acceder a la vacuna sin costo sin costo, mientras que las personas que viajan al extranjero por el turismo tendrán que hacerlo en centros privados habilitados, pagando por la inmunización.
El Ministerio enfatizó que, a pesar de esta restricción, los cambios ya otorgados permanecerán vigentes y la distribución de las dosis necesarias continuará en las provincias afectadas, con el objetivo de completar la cobertura en septiembre y octubre de 2024.
Según lo informado por la cartera de salud, esta decisión permitirá ahorros estimados de $ 697,566, al reducir la cantidad de vacunas para adquirir en un 34%. La decisión también busca priorizar la protección de las poblaciones más vulnerables, aquellas que residen y trabajan en las áreas endémicas, donde la transmisión del virus es más común.
La fiebre amarilla es una enfermedad viral transmitida por mosquitos infectados y puede causar síntomas graves como fiebre alta, dolores musculares, náuseas, hemorragias e insuficiencia hepática, entre otros. En casos severos, la fiebre amarilla puede ser mortal, lo que resalta la importancia de la vacunación.
La vacunación es el método principal de prevención y se ha demostrado que es altamente efectiva, proporcionando inmunidad en más del 99% de las personas vacunadas a los 30 días de la aplicación de la dosis. La Organización Mundial de la Salud (OMS) enfatiza que la inmunización proporciona protección de la vida.
Además de la vacuna, se recomienda el uso de ropa repelente de manga larga, la instalación de mosquiteros en las casas y la eliminación de contenedores que pueden acumular agua para evitar la proliferación de mosquitos.
La fiebre amarilla es una amenaza global, especialmente en África, América Central y América del Sur. En Argentina, la enfermedad ha sido endémica durante años y, según los informes de la OMS, ha habido un aumento en los casos confirmados desde finales de 2024, con una expansión de la enfermedad más allá de la región amazónica. La fiebre amarilla es un riesgo internacional de alto impacto, y su control requiere una vacunación masiva y medidas preventivas adicionales.
El Ministerio de Salud continuará monitoreando la situación y garantizar que las áreas más vulnerables estén protegidas, mientras que la comunidad internacional continúa observando el comportamiento de la enfermedad en otras regiones.