En un giro en su estrategia, el gobierno nacional decidió detener la privatización de las operaciones de trenes argentinos (SOFSE) y lanzará un ambicioso plan de inversión por más de $ 52,798 millones para modernizar la red ferroviaria. La medida ocurre después de concluir que, en su estado actual, la compañía “no es rentable para el sector privado” y que una concesión no estaría interesada en las condiciones actuales.
Según los documentos oficiales, el panorama financiero de la compañía es crítico: los ingresos estimados para este año alcanzan los $ 83,801 millones, en comparación con un gasto operativo de $ 1,062 mil millones, lo que muestra una pérdida proyectada de $ 978,773 millones. Además, la planta de 23,271 empleados implica que el 74.3% del gasto total corresponde a los salarios.
Menem y el ejército
Estos no les gustan los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Es por eso que molesta a quienes creen que son los dueños de la verdad.
El gobierno argumenta que la tasa pagada por los usuarios cubre solo el 7.8% del costo real del servicio, mientras que el 92% restante se financia con transferencias estatales.
“La única forma de hacerlo rentable es arrojando a más de 10,000 personas y subiendo la tarifa. Pero por el momento no está planeado”, admiten en el partido gobernante.
Por ahora, la única privatización ferroviaria que todavía está en la agenda es la de Belgrano Cargas.
Un plan para “valorarlo” antes de privatizar
Según la investigación periodística, dentro del marco de la emergencia ferroviaria, el ejecutivo desarrolló un “plan ferroviario” para aumentar la rentabilidad de los trenes argentinos a través de mejoras en infraestructura y equipo, con el objetivo de que, en el mediano plazo, se pueda considerar su venta o concesión.
Del total de la inversión esperada:
$ 42,617 millones irán a obras en carreteras y puentes. $ 10,182 millones comprarán locomotoras, trenes y otros equipos.
Crisis de tomate en corrientes: productores de alerta para la apertura de importaciones y baja demanda
Entre las intervenciones más urgentes se encuentran la implementación del sistema de frenado automático (ATS) en las líneas de San Martín, Sarmiento y Mitre, y la renovación de las carreteras en las ramas de La Plata, Tigre y Belgrano Sur.
Con este turno, el gobierno se compromete a fortalecer el servicio ferroviario antes de reabrir la puerta a la participación privada, en un sector que cruza serias dificultades financieras pero sigue siendo clave para la conectividad del país.
Gd