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La realidad es que alguien puede ser tentado.
Y no solo en el inframundo criminal, sino también, y eso es lo que más elimina el tirano, entre las fuerzas armadas.
El anuncio del ex presidente Donald Trump para duplicar a 50 millones de dólares la recompensa por la captura de Nicolás Maduro ha desatado una nueva tormenta diplomática entre Caracas y Washington, con Chavismo denunciando una supuesta incitación al asesinato y una “operación de propaganda política grosera” para desestabilizar el país.
El contexto no puede ser más tenso: la administración estadounidense acusa a Maduro de ser uno de los mejores narcotraficantes del mundo, de usar el estado para facilitar el tráfico de cocaína y tener vínculos directos con las organizaciones penales transnacionales.
La reacción del gobierno venezolano ha sido inmediata.
El ministro de Relaciones Exteriores, Yván Gil, describió la medida como “patética” y “desesperada”, mientras que el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, declaró que es “un acto de interferencia” y prometió una “alerta permanente” a cualquier intento de intervención.
La narrativa venezolana oficial argumenta que la recompensa busca “alentar el odio” y pone en riesgo la vida del presidente y sus familiares.
Este episodio enfatiza una vez más la fractura profunda entre las dos naciones, con la figura de Maduro en el epicentro de acusaciones cruzadas de tráfico de drogas, violaciones de los derechos humanos y corrupción endémica.
Nicolás Maduro y sus cómplices creen que son intocables. Están equivocados. Aumentamos nuestra oferta de recompensa para Maduro a $ 50 millones. pic.twitter.com/cywccfyif8
– Use en español (@USAENESPANOL) 9 de agosto de 2025
El póster de Suns y la estructura del poder de Chavista
La trama del póster de Los Soles es inseparable del pulso de potencia actual en Venezuela. Estados Unidos y varias investigaciones internacionales lo indican como un marco criminal que opera desde el corazón del estado venezolano, con altos comandantes militares y funcionarios de Chavista involucrados en el tráfico internacional de drogas.
El nombre se deriva de las insignias de oro en forma de sol que miran los generales de la Guardia Nacional Bolivararia. La estructura del póster se basa en el uso de recursos estatales (oreopuertos, puertos y convoyes oficiales) para facilitar la salida de cocaína al Caribe, América Central, África y Europa. La red habría evolucionado a partir de la aceptación de los sobornos para permitir la distribución de pase de narcóticos. La investigación independiente y las agencias estadounidenses consideran que el régimen de Chavista brinda apoyo institucional y protección política a las operaciones de los carteles, garantizando su impunidad y blindando sus actividades contra la justicia internacional.
El Departamento del Tesoro de los Estados Unidos ha clasificado recientemente el póster de Los Soles como una organización terrorista transnacional, que permite imponer sanciones económicas y restricciones a sus miembros.
Crímenes y tortura: helicoide como símbolo de chavismo
El aparato represivo de Chavismo ha encontrado en centros como el helicoide uno de sus emblemas más oscuros. Derechos humanos y organizaciones testimoniales de las antiguas torturas físicas y psicológicas documentadas, aislamiento prolongado, privación de alimentos y falta de atención médica apropiada en este y otros centros de detención controlados por el Servicio de Inteligencia Nacional Bolivarian (SEBIN).
Se han denunciado pomentos, el uso de descargas eléctricas y las amenazas de muerte a los prisioneros políticos, activistas y periodistas. Informes recientes argumentan que el régimen usa la tortura sistemáticamente para comenzar las confesiones y castigar la disidencia. Chavismo rechaza todas estas acusaciones y las enmarca en una supuesta “guerra de medios” promovida por sus adversos internacionales.
El helicoide, con su arquitectura icónica y su historia como símbolo de la modernidad, ha sido marcado como un epicentro de la represión de Chavista y el enfoque de la comunidad internacional en derechos humanos.
Negocios y apoyo internacionales: la sombra de Zapatero
La relación entre las figuras del socialismo europeo y el quavismo venezolano agrega una capa de complejidad al escenario. El ex presidente español José Luis Rodríguez Zapatero ha sido uno de los mediadores internacionales más visibles en la crisis venezolana, aunque su papel ha sido objeto de fuertes críticas.
Varios medios y sectores de la oposición acusan a Zapatero y a otros socialistas europeos de mantener los lazos económicos y políticos con el régimen de Maduro, facilitar las empresas y ofrecer cobertura diplomática a cambio de contratos y concesiones. Han indicado reuniones discretas, asesoramiento y procedimientos económicos de alto nivel, aunque la evidencia directa sigue siendo una cuestión de debate público y judicial. Los críticos argumentan que este tipo de alianzas han contribuido a prolongar la permanencia de Maduro en el poder y han servido para legitimar un régimen acusado de violaciones graves de los derechos humanos y delitos estatales.
Chavismo ha utilizado estas copias de seguridad internacionales para contrarrestar el aislamiento diplomático impuesto por los Estados Unidos y la Unión Europea, presentando cifras como Zapatero como “garantías de diálogo” a pesar de las sospechas de colusión y defensa de sus propios intereses económicos.
Escenario abierto y riesgos de escalada
La decisión de Washington de aumentar la recompensa y la respuesta enojada de Chavismo confirman la escalada de la crisis. La presión internacional sobre Maduro se combina con la debilidad económica interna y el descontento social, mientras que la estructura del poder de Chavista se aferra a sus alianzas internas y externas para resistir.
La oposición venezolana permanece dividida y con poco margen de maniobra después de la última ola de represión y el resultado de las elecciones de 2024. Chavismo utiliza la narración de la agresión externa para cohesivo a sus bases y justifica nuevas medidas de control. La comunidad internacional, aunque dividida, mantiene la presión sobre las caracas, con sanciones, declaraciones y el apoyo a las figuras de la oposición.
En este contexto, el futuro inmediato de Venezuela está marcado por la incertidumbre. El pulso entre la presión internacional y la resistencia de Chavista determinará si se abren caminos para una transición política o si el país todavía está atrapado en una espiral de represión, corrupción y crisis humanitaria. Lo único claro es que el compromiso de Trump para la recompensa registrada ha reactivado todos los fantasmas de la confrontación y una vez más ha colocado a Venezuela en el centro de la Junta Geopolítica Global.