Más información
Un desastre con piernas.
Y muy gritando y veredulera.
Y eso se paga.
La política andaluza ha sido sacudida por las predicciones durante meses que, hasta hace poco, parecían pura ciencia ficción: el PSOE, una vez la fuerza hegemónica en la comunidad, ahora amenaza con relegar al tercer lugar, superada incluso por Vox.
Las últimas encuestas, publicadas a mediados de julio de 2025, dibujan un panorama casi apocalíptico para María Jesús Montero, cuya figura se tambalea entre la desafección interna y la presión de los adversarios adultos.
El popular partido de Juan Manuel Moreno se consolida como Maestro y Señor de la Junta, mientras que la izquierda observa sorprendidas cómo la histórica “Máquina Electoral” socialista chirea para todos sus engranajes.
No es solo una cuestión de números, aunque los números no dejan dudas.
Esta es la disminución de un modelo político y la aparición de nuevas dinámicas que pueden redefinir la política española de su principal feudo sureño.
¿Nos enfrentamos a un bulto conjuntural simple o antes del comienzo del fin del PSOE andaluce como el actor principal?
La verdad es que, si las elecciones autónomas se celebraran hoy, los socialistas difícilmente evitarían la vergüenza de ser avanzado por Vox y acorralados en el parlamento regional.
El colapso socialista: datos que no engañan
Las cifras recientes son devastadoras para el PSOE-A:
El último barómetro del Centro de Estudios Andaluos (Centra) le da al PP una victoria cómoda con hasta 57 escaños (41.7% de los votos), mientras que el PSOE caería entre 24 y 26 diputados, un descenso histórico con respecto al actual 30.Vox dispara hasta 16-18 asientos y ya tocaría el 15% de los votos, amenazando gravemente en el segundo lugar al segundo lugar con el yaxo. Progressive está fragmentado: por Andalucía apenas alcanzaría el 10% y Andalucía hacia adelante se movería alrededor del 6%.
La diferencia entre popular y socialistas supera los 19 puntos, algo impensable hace solo una década. La tendencia no es puntual: otras encuestas, como las realizadas por GAD3 para ABC, confirman este escenario de caída libre socialista y ascenso meteórico del PP y VOX.
Montero en la cuerda floja: ¿Será incluso un candidato?
En filas populares no ocultan su satisfacción con el panorama. Toni Martín, portavoz del PP en el parlamento andaluz, ha elevado el tono esta semana asegurando que tenga “dudas serias” de que María Jesús Montero incluso se convierta en el candidato socialista en los regionales planificados para junio de 2026. No es por menos por su llegada a la secretaria general de la secretaria general de la PSOE-A después de los relevos juan Espadas, Monter In Ane llegada.
Algunos líderes socialistas reconocen, entre los susurros, que “el terreno aún no ha llegado” y temen que una candidatura de Montero pueda hundir aún más al partido en su feudo histórico. Desde el exterior, las críticas plantearon: “Representa el pasado más que el futuro”, dijo recientemente Juan Manuel Moreno en una entrevista. El PP Baraja en sí, incluso que Montero no sobrevive al uso interno antes de llegar al Cartel de la cabeza en 2026.
Factores clave de Batacazo
Varios elementos convergen para explicar esta disminución:
Desgaste nacional: el efecto de arrastre negativo del gobierno central en el acrónimo socialista andaluza es innegable. La gestión de los escándalos recientes, como caso de Cerdán, ha dejado profundas cicatrices entre los votantes tradicionales. Mobilización Falta: las encuestas detectan una apatía alarmante entre el electorado socialista, mientras que los votantes populares muestran fidelidad inquebrantable. Francés a la izquierda: la irrupción de las nuevas marcas progresivas (por Andalucía, Andalucía aún más un espacio ya debilitado. Estrategia errática: del PP acusan al PSOE-A para establecerse en “una dialéctica incendiaria y difamatoria”, lejos de las preocupaciones reales del electorado Andalusiano.
Los problemas internos no ayudan: las voces críticas ponen sobre la mesa la falta de renovación real después de años de crisis internas. La “marca Montero”, lejos de los puentes emocionantes o atendientes hacia los nuevos votantes urbanos y jóvenes, parece haber acelerado la desconexión.
Un mapa político irreconocible
Si se cumplen los pronósticos actuales:
El PP consolidaría su mayoría absoluta. Vox podría establecerse como una segunda fuerza política autónoma, capitalizando parte del descontento social y ocupando espacios tradicionales de voto socialista. El PSOE-A caería a los mínimos históricos y estaría en peligro hasta sus bastiones clásicos como Sevilla o Jaén. Los partidos minoritarios se reducirían a documentos testimoniales en un parlamento polarizado.
Esta transformación tendría consecuencias nacionales. Una influencia interna de PSOE-A Disarbolada a Pedro Sánchez; Un PP reforzado alimentaría las aspiraciones nacionales del propio Feijóo; y Vox consolidaría su papel como una alternativa real en las regiones clave.
¿Qué puede ahorrar (o enterrar) el PSOE andaluza?
Hay meses para las encuestas, y en la política que es una eternidad, pero todo indica que solo un giro radical podría evitar lo que muchos dan por descuento:
Renovación urgente de liderazgo o cambio drástico de estrategia. Reconocimiento del voto rural desmovilizado y la reconexión con trabajadores desencantados.
Sin embargo, cada encuesta negativa multiplica las voces internas partisanas de buscar un reemplazo antes de 2026.
Curiosidades políticas y datos sorprendentes
En las provincias más orientales (Almería y Huelva), Vox ya supera el PSOE según varias encuestas recientes, rompiendo décadas de hegemonía socialista ininterrumpida. Según los últimos centros de Barómetro, casi uno de cada dos andaluz preferiría como presidente como presidente Juan Manuel Moreno contra el resto de los candidatos juntos. La salud pública ha subido posiciones entre las preocupaciones de los ciudadanos hasta que se acercó al desempleo; Sin embargo, ni Montero ni su equipo han logrado capitalizar esta incomodidad. En algunos círculos socialistas, el apodo “María Jesús II” circula, evocando un trágico déjà vu con respecto al hundimiento nacional sufrido con Rubalcaba después de Zapatero … aunque aquí nadie se atreve a bromear demasiado. Si sucede ahora, sería uno de esos hitos políticos dignos de los manuales de la escuela … o tal vez en algún Cádiz Chirigota.