Más información
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto sobre la mesa un cambio que podría transformar radicalmente la movilidad en las grandes ciudades españolas.
La agencia, dirigida por Pere Navarro, que restringen el acceso de vehículos con menos de dos ocupantes a las entradas principales de ciudades como Madrid, Barcelona, Sevilla y Valencia, en un intento por aliviar la saturación de tráfico y reducir las emisiones de contaminantes.
Este debate, que hace unos meses parecía ciencia ficción, ha ganado fuerza para el colapso diario que viven estas ciudades.
Según datos recientes, hasta el 85% de los viajes de automóviles se realizan con un solo ocupante, lo que desencadena la congestión y complica cualquier intento de mejorar simplemente expandiendo la infraestructura.
El DGT considera que no hay alternativa: “Las ciudades están al límite de su capacidad”, advirtió Navarro en varias intervenciones públicas recientes.
¿Dónde propone aplicar esta medida?
La propuesta no afectaría todo el territorio. En principio, el DGT solo tiene competencia para regular los accesos a grandes ciudades, no dentro del área urbana, donde las restricciones dependen de cada ayuntamiento a través de las ordenanzas municipales.
Madridbarlonavalencencesevilla
Estas ciudades aparecen como candidatos prioritarios para su alto nivel de congestión y porque ya tienen antecedentes de medidas restrictivas (áreas de bajas emisiones, peajes urbanos o restricciones en los vehículos contaminantes).
La restricción sería evitar el acceso en solitario por ciertas rutas o en ciertas espacios de tiempo. Para hacer esto, el DGT estudia la implementación de sensores o radares capaces de detectar el número de ocupantes en cada vehículo. Esta tecnología ya se utiliza en países como Francia y Estados Unidos para administrar los carriles VAO llamados SO (vehículos de alta ocupación).
Excepciones y detalles clave
No todos los vehículos estarán sujetos a este estándar. Estarían exentos:
Urban e interurbanotaxis y autobuses VTC con licencia oficial de “Caristuría compartida”
Además, la circular sin cumplir con este estándar por un carril VAO ya se considera una infracción grave y se sanciona con 200 euros desde el 1 de julio de 2025, después de la entrada en la fuerza de la señal S-51B (“2+”).
Otras propuestas sobre la mesa
La obligación de traer al menos dos personas por automóvil no es la única idea disruptiva que considera el DGT. Hay propuestas complementarias como:
Limite un solo automóvil por casa para descongestionar aún más el Urbanocobrar del parque móvil Un euro diario a vehículos no residentes que circulan en ciertas carreteras (modelo similar al implementado en las Islas Balear) introduce límites de tiempo anteriores y controles de acceso en áreas especialmente saturadas
Estas ideas buscan emular estrategias europeas, como las pruebas recientes en París, donde ya hay carriles exclusivos para vehículos compartidos en las horas pico, y responden al desafío común: reduzca el número total de automóviles que circulan diariamente.
¿Es esta prohibición inminente?
Debe enfatizarse que, por ahora, ninguna regulación estatal prohíbe la circular solo por la ciudad, excepto en carriles de VAO específicos. Lo que existe es una presión institucional intensa para cambiar los hábitos y avanzar hacia una movilidad más eficiente.
El propio Pere Navarro ha sido claro: “El futuro será compartido o no”. Para él, aumentar la ocupación promedio del automóvil es una necesidad urgente: “No podemos permitirnos mover 1,500 kg todos los días para mudarse a una sola persona”. El DGT ya está trabajando para proporcionar a los municipios el marco legal necesario para endurecer estas restricciones si deciden localmente.
Impacto planificado en los conductores y fabricantes
La medida sería un cambio profundo en los hábitos diarios:
Se alentaría el uso compartido y las nuevas fórmulas como el compartimiento y el compartimiento compartido. Las ventas de automóviles privados podrían ser resentidos, ya que se perdería atractivo para comprar un automóvil para usarlo individualmente todos los días. Los fabricantes deben acelerar su adaptación a los modelos eléctricos y colaborativos.
Para los conductores habituales, especialmente aquellos que viven en áreas metropolitanas pero trabajan en las capitales, se avecina una transformación imprescindible: compartir automóvil o buscar alternativas. Ya no será suficiente para cumplir con las etiquetas ambientales; Ahora también dirá cuántas personas viajan adentro.
¿Cómo reaccionan los ciudadanos?
Se sirve el debate. Muchos usuarios ven estas propuestas como una “persecución” para el vehículo privado, mientras que otros reconocen que es necesario actuar antes de los atascos diarios y el deterioro ambiental. La experiencia europea muestra que este tipo de medidas inicialmente generan rechazo, pero terminan modificando las pautas si se ofrecen alternativas reales y efectivas.
Los próximos meses serán decisivos. El DGT continúa recopilando datos, refinando propuestas e intentando involucrar tanto a los municipios como al sector del automóvil. El desafío es enorme: cambiar décadas de cultura del automóvil privado hacia una movilidad más compartida y sostenible … y menos solitaria.