Largas líneas de vehículos y turistas que cargan Changos llenos de productos se repiten todos los días en los cruces fronterizos de Puerto Iguazú, que se conecta con Foz de Iguazú (Brasil) y Ciudad del Este (Paraguay). El triple borde se consolidó como un poste de consumo regional, donde los precios de los bienes básicos y duraderos pueden ser entre 30% y 75% más baratos que en Argentina.
El fenómeno no es nuevo, sino que se intensifica con el comienzo de las vacaciones de invierno y el creciente impacto de la inflación en los bolsillos. A la congestión habitual del Puente Tancredo Neves, que se une a Iguazú con Brasil, se agregaron familias enteras para realizar compras, principalmente en artículos como alimentos, ropa, electrodomésticos y tecnología.
En supermercados como el Max Atacadista de Foz, los pasillos están llenos de argentinos que aprovechan la diferencia de precios. “Vengo una vez al mes y compro todo”, dijo Dalila, un vecino de Puerto Iguazú, mientras llevaba su Chango con provisiones. “Una compra mensual aquí es de $ 220,000, mientras que un semanal me cuesta $ 120,000. Pago con PIX, que es como un mercado de pagos brasileño”, explicó a La Nacia.
Además, aclaró eso para evitar embotellarse en la frontera, muchos eligen cruzar después de las 7 pm. “Mi primo viene incluso en una motocicleta”, agregó.
La carne, en el medio que en Argentina
Según las encuestas locales, en Brasil, la carne puede costar la mitad de los supermercados argentinos, y los productos frescos como frutas y verduras se logran hasta un 70% más barato. En Paraguay, la ropa, el blanquecino y algunos artículos electrónicos también tienen precios significativamente más bajos, así como la gastronomía, donde una comida puede representar un ahorro del 30% en comparación con los valores en los pesos.
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Un informe del canal C5N recolectó testimonios de turistas y residentes. Un turista brasileño, desde la fila hasta el regreso a su país, dijo: “Eran dos días y los precios en Argentina parecían muy caros”.
La dinámica regional también está influenciada por las asimetrías en los controles fronterizos: mientras que Argentina mantiene un estricto control migratorio y aduanero, el tránsito entre Brasil y Paraguay es casi libre. Eso hace que Foz de Iguazú y Ciudad del Este en verdaderos centros comerciales al aire libre para miles de consumidores de Mercosur.
En ese contexto, la economía informal y el turismo de compras crecen en un escenario en el que la frontera dejó de limitarse para transformarse en góndola.