Home Noticias Locales “PE-Ro-Nistas!”, El acto masivo de proclamación que anticipó el 17 de octubre

“PE-Ro-Nistas!”, El acto masivo de proclamación que anticipó el 17 de octubre

12
0

A excepción de los especialistas y “peronólogos”, que ocurrió el 12 de julio de 1945 en el centro de Buenos Aires es un episodio bastante perdido. La IA incluso le cuesta un poco y devuelve algunas generalidades solo en un segundo intento. Pero las fuentes más centradas están de acuerdo en que este era un día muy importante para la historia del peronismo, que ya nació y, al mismo tiempo, debía nacer definitivamente. Como el antiperonismo.

Ese día, la Junta de Unidad Comercial de la Confederación General de Trabajo (CGT) organizó por primera vez un acto de apoyo masivo a Juan Domingo Perón, el vicepresidente y ministro que había cambiado sus vidas y estatus social a los trabajadores con sus medidas sociales y sus reformas laborales

El antecedente fue la ley que se celebró el 27 de noviembre de 1944 para recordar la creación del Ministerio de Trabajo y Bienestar Social, el cuerpo ejecutivo de estas políticas, dirigido por el Coronel Perón. Pero ese día no había nada de personas en comparación con la movilización que tuvo lugar ocho meses después, y que, según las revisiones, superó las 200,000 personas.

Estos no les gustan los autoritarios

El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Es por eso que molesta a quienes creen que son los dueños de la verdad.

Fue una respuesta a lo que había sucedido exactamente hace un mes, cuando el “Círculo Rojo” del tiempo firmó una declaración de guerra política contra Perón, al hacer público el manifiesto de comercio e industria, firmado por 321 entidades de empleador. Un documento que contiene preguntas difíciles para la política económica y laboral del gobierno.

“Braden o Perón”: los meses febriles del embajador “vaquero” que desafió al coronel y perdió

Eran días valientes, los del pico de las acciones de Spruille Braden, como “líder” de la oposición. Con su presencia en los actos partidistas del antiperonismo naciente, el embajador de los Estados Unidos dejó una marca a pesar de sus escasos cinco meses en la posición. Y su apellido tenía una presencia principal al extremo en el eslogan que llevó al coronel al triunfo en las elecciones del año siguiente: “Braden o Perón”.

De hecho, Braden y Perón habían tenido su última reunión el 5 de julio, en la que el embajador reclamó concesiones para las aerolíneas de su país y se apresuró a que el gobierno entregue a los Estados Unidos los activos alemanes en los que Argentina tenía derecho a declarar la guerra en el eje, el lado derrotado. Fue la famosa reunión en la que Braden olvidó su sombrero y unos minutos más tarde, Perón descubrió a los empleados de la Casa Rosada pateándolo y jugando al fútbol con él.

El 12 de julio de 1945 y el hombre que “les había dado lo que nadie les había dado”

¿Cuándo comenzó el peronismo? La fecha “acordada” es obviamente el 17 de octubre de 1945. Cuando las masas exigieron la liberación de Perón, que fue encarcelada. Algunos indican una fecha de casi dos años antes, el 27 de noviembre de 1943, cuando se creó el Ministerio de Trabajo y Bienestar Social, el instrumento que el Coronel tuvo que desarrollar las políticas que dieron el sesgo al movimiento que conduciría.

Pero otros, incluido el historiador Félix Luna, marcados el 12 de julio de 1945, porque era el día en que comenzaron a llamar “cosas por su nombre”.

Juan Perón, en su tiempo como vicepresidente y ministro

Más allá de la precisión de la cuenta (los cálculos varían de 60,000, que pasan por los 200 mil y hasta 350,000 personas) no había visto en el país un acto político de esas dimensiones y con ese significado. Los participantes concentraron el Congreso Em, la Plaza San Martín y en los rincones del vecindario de Monserrat, para converger en Norte diagonal entre Maipú y Florida. Desde ese lugar desfilaron hasta Perú y Hipólito Yrigoyen, donde estaba la Secretaría de Pischausment, en la Legislatura actual.

La concentración fue a las 7 pm. Un “mito” nocturno a mediados del invierno. “Compacto, sólido, mostrando un entusiasmo enrollado que no se vio en las calles desde la época de Yrigoyen, la multitud llevó algunos carteles con el registro:” Presidente de Perón. “Todavía eran una curiosidad: los trabajadores que llegaron de Berisso, Lanús y Avellaneda, de San Martín, no pensaron en el problema presidencial. Vinieron a gritar su apoyo”, dice el historiador Félix Luna en 45.

Bombardeo a la plaza de mayo

Las caras visibles de ese 12 de julio tuvieron discursos duros. “No es suficiente hablar sobre la democracia, una democracia defendida por los capitalistas reaccionarios que no lo queremos; una democracia que es un retorno a la oligarquía, no la patrocinaremos”, dijo Manuel Pichel, del Gremio Mercantil, tesorero del CGT.

El líder Ángel Borlenghi, líder de empleados de comercio y posterior ministro interior de Perón durante los diez años de mandato fue aún más contundente. “La revolución del 4 de junio, con todos sus errores, es a tiempo de pasar a la historia haciendo un trabajo completo de justicia social. Y en este asunto la clase trabajadora establece que no tiene que tener escrúpulos constitucionales con respecto a las facultades del gobierno de hecho para dar leyes para el beneficio de los trabajadores. Cuando en 1930 se estableció un gobierno de Facto, que estaba establecido, que estaba a la altura de las armadas de la Oligarchy, que vienen los constitucionalistas. El líder de origen socialista.

Diferentes fuentes señalan que esta noche los asistentes coronaron “¡ni bolches ni fascistas!”, Y también “¡Ni nazis ni fascistas!” En ambos casos, la subasta atronadora fue: “¡PE-Ro-Nistas!” La multitud estaba claro quién era el hombre. Fue un acto de proclamación popular.

Las acusaciones del fascismo y el informe Braden

El de responder sobre las acusaciones del fascismo tuvo que hacer, principalmente, con lo que Argentina se había retrasado en declarar la guerra al eje derrotada en la Segunda Guerra Mundial. Luego, la señal cayó contra el gobierno asumido en 1943 y contra sus líderes, incluido Perón. Meses después, el propio Spruille Braden, con su ciclo ya terminado en Argentina, publicó el famoso “libro azul”, para exponerlo dentro del país y en el mundo. Fue el último capítulo de una batalla que perdió por victoria.

Braden también se había expresado después de la Ley del CGT del 12 de julio. Bajó el precio a la cantidad de Washington concurrente y cable que dijo que había sido “un retroceso serio” para el gobierno. Agregó que Perón era “con tan poco prestigio” que su situación se volvió “insostenible en caso de que las fuerzas de la oposición potencial estuvieran en condiciones y con la voluntad de tomar medidas positivas”. El tono recatado no ocultó las intenciones.

Piense en lo que dijo el embajador “vaquero” (como lo llamaron los adherentes al vicepresidente), la Ley de Julio fue el impulso definitivo que Perón necesitaba. El coronel salió al balcón de su oficina esa noche para saludar a la multitud que lo celebró con carteles que decían “Perón sí, otro no” y “Perón reencarna el alma de San Martín”. Los envió a desconcentrar después de un breve discurso en el que les pidió que regresaran a sus hogares “llevando en sus retinas la imagen de esta democracia en progreso, siempre superior a la cacaeada de aquellos que nunca supieron cómo cumplir con la verdadera”.

Perón con trabajadores, en la secretaría de bienestar

Hasta entonces, Perón se había mostrado en una posible candidatura cuando llegó la normalización democrática. Pero la calle le hizo sentir que no podía permanecer solo con sus decisiones y pensamientos. Entendió y redobló sus apariciones. El 19 de julio, habló antes de la Federación de Alimentos, dijo: “Todos los prejuicios burgueses han muerto y una nueva era nace en el mundo, en la que los derechos, las responsabilidades y la intervención de las masas de los trabajadores deben afirmarse al resolver los problemas fundamentales”.

Los 25 saludaron al nuevo camarógrafo de la Justicia de Trabajo, a quien el presidente Edelmiro Farrell había prestado juramento, antes de la negativa de la Corte Suprema a hacerlo. El 26 de julio, habló en la Cámara de Diputados frente a una comisión de mujeres que reclamó el voto femenino. “Prometo comprometerme pronto una realidad en Argentina”, les prometió, pero hubo resistencia porque algunos sectores plantearon que solo valió la pena por la manera constitucional. El destino marcó que la fecha de Ina coincide con la que, 7 años después, Eva Perón moriría, la última conductora del sufragio femenino.

“Mejor decir es” la “música más maravillosa”: 50 años después de la muerte, 50 frases de Perón

El 29 de julio, Perón habló con la Unión Ferroviaria La Fraternidad: “Hay ciertos hombres que tienen todos los recursos necesarios para buscar sutilezas y cancelar una por una, toda la justicia que se ha hecho durante nuestra administración. Es una cuestión de habilidad. Hay muchos sistemas que sin violencia pueden cancelar sucesivamente todas las conquistas obtenidas”, lanzó.

Al día siguiente, tuvieron que escuchar a Perón a los trabajadores de los empleados de la Asociación de Flour Mills, en un acto en el Teatro Maipo: “Nada que hagamos se hagamos con desinterés: si hacemos una construcción es porque queremos favorecer a alguien en nuestro propio beneficio. Si queremos que no hay fraude, estamos restringiendo la libertad; si queremos terminar un trabajo, estamos pospuestas de regreso a la normalidad; no hay fraude, no nos convertimos en el trabajo; perpetuarnos en el gobierno … y los triste, caballeros, es que aquellos que hablan de esa manera son aquellos que nunca hicieron nada, a pesar de haber dicho mucho;

2,000 radicales Zapateando en el antiguo parque japonés

En el medio de esas apariciones, hubo un acto de apoyo muy especial. Ya en el 12 de julio de marzo, muchos asistentes habían vivido a Hipólito Yrigoyen y habían cantado el himno “adelante, radicales!”. Pero lo que sucedió 12 días después, el 24 de julio, fue tan colorido como la ubicación.

Hubo un Malambo radical 2000 en el Parque Retiro, el parque japonés incomparable con el nombre cambiado desde que Argentina había declarado la guerra al Imperio Oriental.

Desde el centro de atracciones que funcionó hasta 1961, donde hoy se encuentra el Hotel Sheraton, unos 500 asistentes se separaron para marchar al departamento de Posadas entre Callao y Ayacucho, donde Perón vivía con Evita. El coronel fue a agradecer a la ventana y, por lo tanto, el vínculo con el sector que, con la junta de renovación, se uniría al movimiento. Aquellos pintados con la leyenda “Alem, Yrigoyen, Perón” pronto aparecieron.

Tal ola de adhesión al hombre que meses después sería presidente, electo de la nación, iba a tener una fuerte respuesta el 19 de septiembre, cuando la oposición se unió a una multitud en la marcha de la Constitución y la libertad, una movilización del Congreso al Recoleta. Ese día tomaron solo 28 días durante el día que interrumpieron un siglo.

Fuentes: 45, de Félix Luna; Perón, una biografía, de Joseph A. Page; Perón, el hombre del destino, colección dirigida por Enrique Pavón Pereyra; Diario el Orden.

Teniente

Fuente de noticias