Las víctimas de los funcionarios en el gobierno libertario no se detienen. Entre los despidos, renuncias, reducciones y modificaciones de estructuras, ya hay 154 líderes que estaban afuera.
El apellido para formalizar fue el director de asociaciones sindicales del Ministerio de Trabajo, Claudio Aquino, que aún no se conoce. El funcionario era parte de una dependencia estratégica (y clave) relacionada con el sindicalismo y los empresarios. Y, en su papel, dirige la resolución de los conflictos de encuadre, las inspecciones a los sindicatos y la concesión de personas o el registro a organizaciones sindicales que aún no existen.
La Dirección de Asociaciones sindicales del Ministerio de Trabajo siempre fue un sector sensible, cruzado por sospechas sobre la legalidad de sus decisiones y la gestión discrecional de los archivos que afectan directamente la vida legal y económica de los sindicatos. Por lo tanto, después de asumir, el Ministerio de Capital Humano intervino esa dirección y envió un equipo legal para revisar la “carpeta por carpeta” y las opiniones de “opiniones” de auditoría, con el objetivo de transparente una distribución históricamente opaca.
Estos no les gustan los autoritarios
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Dentro de ese marco, de la Secretaría aclararon que no había una queja puntual o una irregularidad probada que motivara la intervención, sino una medida preventiva en un área “manejada por dedo”. El abogado Claudio Aquino, designado por esta gerencia en enero e indicó como uno de los promotores de los cambios, fue respaldado en ese momento por la cartera laboral. Incluso avanzó que continuaría colaborando con una “reconversión metodológica”.
Pero el clima cambió en febrero, cuando el líder del Uatre, José Vietenco, presentó una denuncia penal contra Aquino, el secretario del trabajo Julio Cordero y el adjunto libertario Pablo Ansaloni. Los acusó de tratar de intervenir su unión en colusión con los sectores internos de la oposición, violando, según él, la autonomía sindical. En el centro del conflicto hubo una decisión de Aquino, quien firmó una opinión que anuló al Congreso que había reelegido Vietenco, considerando que la legalidad de los congresistas no estaba acreditada.
Desde esa opinión, el Ministerio de Trabajo solicitó judicialmente la intervención del Gremio, pero la Cámara VI de la Cámara de Trabajo rechazó esa solicitud. El caso dejó Vietenco se debilitó políticamente, mientras que el gobierno lo coloca dentro de un sector sindical de oposición alineado con el kirchnerismo. En este contexto de pasantes sindicales, cuestionadas las tensiones políticas y las decisiones administrativas, la partida de Aquino se enfoca en una de las áreas más sensibles del ministerio.
Esta salida se agrega la reciente oficialización de la eliminación y la reestructuración de las agencias por parte de Federico Sturzenegger, que también deja a los funcionarios. En total, estos son 154 funcionarios afuera en 19 meses de gobierno. El caso más emblemático fue el del ex jefe del gabinete, Nicolás Posse. También en la lista ya dejaron el lugar tres ministros. Según el analista Pablo Salinas, la función más baja fue la del subsecretario del Estado (51) y sigue el del Secretario de Estado con (39).