TEHRAN – La obra “El actor de las sombras” subirá al escenario en el Molavi Hall de Teherán el viernes, con actores talentosos con autismo y otras necesidades especiales.
Escrito y dirigido por Amir Farzam Dehnavi y producido por Sajad Afsharian, esta innovadora producción tiene como objetivo mostrar las habilidades de personas talentadas con diversas habilidades en el escenario teatral, informó IRNA el miércoles.
Esta producción explora enfoques terapéuticos como la terapia teatral, la musicoterapia y la terapia de arte, con un grupo talentoso de artistas con autismo, síndrome de Down y otras habilidades especiales, agregó el informe.
Los principales miembros del reparto incluyen a Hesam Zarnouesh en el papel de Carl Gustav Jung, Abdolreza Baqeri y Mohammad Qarakhanllou compartiendo el papel de William Shakespeare, Hanifeh Ahmadi como Shadow y Amir Ali Mohammadi como Hamlet.
Inspirada en la teoría de la sombra de Carl Gustav Jung en el psicoanálisis y la utilización de técnicas de actuación del método, la obra ofrece una experiencia profunda, humana e interna de confrontar la oscuridad y la luz dentro, dependiente a través del humor y el arte.
Carl Gustav Jung, un famoso psiquiatra suizo y psicoanalista, introdujo el concepto de la sombra como un elemento fundamental de su psicología analítica.
La sombra representa la parte inconsciente de la personalidad que contiene aspectos reprimidos, negados o suprimidos de uno mismo. Estos rasgos a menudo incluyen impulsos, deseos, emociones o comportamientos que un individuo considera inaceptable o incompatible con su autoimagen consciente.
Jung creía que la sombra se forma a través del condicionamiento social, las experiencias personales y los estándares morales que llevan a las personas a rechazar ciertas partes de su personalidad. Si bien la sombra puede albergar cualidades negativas como la ira, la codicia o los celos, también abarca rasgos positivos que simplemente están ocultos o no reconocidos, como la creatividad o la espontaneidad.
La integración de la sombra es esencial para lograr la integridad psicológica, un proceso Jung llamado “individualización”. Esto implica darse cuenta y aceptar estos aspectos ocultos, en lugar de suprimirlos, lo que puede conducir a un conflicto o proyección interna, donde las personas atribuyen sus rasgos no deseados a los demás.
Reconocer y enfrentar la sombra permite el crecimiento personal, la autenticidad y la autoconciencia. Alienta a las personas a aceptar todo su ser, incluidas las partes menos deseables, lo que lleva a una personalidad más equilibrada e integrada. La teoría de la sombra de Jung sigue siendo influyente hoy, enfatizando la importancia del autoexamen y abrazar todo el ser de uno para alcanzar la armonía psicológica y la comprensión más profunda de uno mismo.
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