El exanálisis y el magnate de Donald Trump, Elon Musk, ensayó una autocrítica para el uso de la motosierra con Javier Milei y el hecho no pasó desapercibido por el gobierno, que el martes bajó un mensaje: no confrontar con el ejecutivo. Por la tarde, cuando el mensaje de Musk comenzó a circular con el poder, las fuentes oficiales enfatizaron que no es necesario discutir con él dada la relación de cercanía que tiene con el presidente.
“Todo está bien con Elon”. De esta manera, en Casa Rosada, los decibelios bajaron un puesto en X Impact y eso se sorprendió a más de un funcionario. Hasta el martes, el vínculo entre Milei y Musk no había mostrado cortos circuitos y, de hecho, cuando el líder de Sudáfrica y la Casa Blanca subió su confrontación, la referencia libertaria se cuidó mucho para no tomar partido por ninguno. Una forma de cuidar los enlaces con ambos.
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Las reuniones del Jefe de Estado y el empresario no fueron pocas e incluso el economista lo llamó “amigo”. La conexión fue tan sólida que en la última reunión, en la Conferencia de Acción Conservadora (CPAC) celebrada en los Estados Unidos, el presidente subió al escenario y le dio una motosierra de plata. Motosierra que el ejecutivo tomó con ambas manos y la exhibió antes de los presentes.
Pero ese gesto ganó las preguntas del magnate, como sucedió el martes con una publicación de un usuario que rompió: “Es posible que no hayas subido la motosierra al escenario y te hayas comportado como un tonto. Tal vez podría haber hecho más si no te preocupes tanto por verte bien”. Musk, muy crítico con Trump después de dejar su posición en el elenco del gobierno republicano, admitió que era un “punto válido”. No solo eso: lanzó que “Milei me dio la motosierra entre los estantes y la usé, sino que, en retrospectiva, carecía de empatía”.
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