En el informe, el ejecutivo argumenta que avanzar con la liquidación del 51% de la compañía petrolera representaría un “daño irreparable” para Argentina.
El gobierno presentó una carta a la justicia de los Estados Unidos para suspender la transferencia del 51% de las acciones de YPF a los beneficiarios de juicio hasta que la Cámara de Apelaciones de Nueva York resuelva la apelación presentada en enero de 2024 contra la sentencia del fondo.
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Este es el reclamo de más de US $ 16,000 millones promovidos por los fondos de Burford Capital y Eton Park por la forma en que se llevó a cabo la nacionalización de la compañía petrolera en 2012. La Casa Rosada insiste en que el juez excedió en su jurisdicción al ordenar la entrega de los activosentales de los activosentales y garantizará que apele la primera instancia en la ejecución del juicio en la próxima semana.
En el escrito que se presentó al juez Loretta Preska, del Tribunal de Distrito del Sur de Manhattan, el Ejecutivo sostiene que la entrega de las acciones “implicaría un daño irreparable” y que una sentencia parcial no puede ser ejecutada cuando el Tribunal Superior aún no fue revisada por la Corte Superior.
“No se puede volver a poner el genio en la botella”, advierte a los abogados señalando que, si los demandantes toman el control del paquete de participaciones y deciden venderlo, como ya solicitaban en sus presentaciones judiciales, el daño sería irreversible incluso si Argentina gana la apelación.
En la nueva presentación, el gobierno no solo le pidió al juez Preska que suspendiera la entrega de las acciones, sino que también emita una suspensión provisional (estadía interina) mientras la cámara analiza si otorga una mayor protección formal. Entre los argumentos se encuentra el impacto estratégico que tendría para Argentina perder el control de YPF.
“Es la principal compañía de energía del país, emplea a más de 23,000 personas y su control está garantizado por ley”, dijeron los abogados. La referencia es a la Ley 26,741, que requiere que el estado retenga una participación mayoritaria y que cualquier movimiento de acciones debe ser autorizado por el Congreso. “Este no es un juicio comercial entre dos compañías, es un caso que involucra a un estado soberano y su sistema legal interno”, agregan en el informe.
El ejecutivo no ofreció garantías financieras, como un bono o activo, para detener la ejecución. En la Casa Rosada dicen que no planean obtener el control de YPF o iniciar ningún pago, y que las acciones no se pueden vender sin una ley del Congreso. Dentro de ese marco, el enfoque del Gobierno busca ganar tiempo y evitar que los fondos litigantes avancen con embargos en activos estratégicos en el extranjero.
La definición ahora está en manos del juez Preska, que podría responder en los próximos días. En la nación argumentan que irán directamente al Segundo Circuito para solicitar la suspensión de la ejecución por urgencia si el juez niega la orden.
El gobierno también tiene como objetivo discutir el cálculo económico de la decisión. Según TN, los equipos técnicos del partido gobernante creen que la fecha utilizada para evaluar las acciones puede alterar fuertemente el número. Lo mismo se aplica al tipo de cambio y al precio de mercado de las acciones de ese momento.
El ejecutivo descarta en este momento cualquier tipo de arreglo extrajudicial. “Las negociaciones están congeladas. Esto se definirá en la cámara”, dicen. De hecho, hubo ejercicios auditivos en febrero y se espera que la audiencia pública se celebrará en septiembre.
La Casa Rosada busca evitar que un embargo se materialice y argumenta que forzar la entrega de acciones ahora sería “mover los límites de lo aceptable en el derecho internacional”. También insisten en que la oración aún no es firme y que Argentina tiene argumentos sustanciales para revertirla en la segunda instancia.
Nation también mantiene la posición de que la orden judicial excede la jurisdicción de los tribunales de los Estados Unidos, ya que las acciones están registradas en la Junta de Valores de Buenos Aires y su asignación, incluso por orden del tribunal extranjero, recopila la legislación local actual.