27 de junio de 2025, 09:45 am y
Alex Eala avanzó más allá de Varvara Gracheva de Francia con un triunfo arenoso 7-5, 2-6, 6-3 en las semifinales del Eastbourne Open el jueves.
Esta victoria marca la segunda vez este año que Eala ha superado a Gracheva, después de haberla derrotado en los clasificatorios del Abierto de Nottingham dos semanas antes. Pero esta última victoria tiene aún más peso, ya que impulsa al territorio desconocido de 20 años: una aparición final de la WTA. Eala busca su primer campeonato en el nivel de élite del tenis profesional femenino.
La semifinal era todo menos fácil. Eala comenzó fuerte en el set de apertura, corriendo a una ventaja dominante de 4-1 gracias a sus apotos agresivos y su variedad en la selección de disparos. Gracheva, sin embargo, respondió en especie, encadenando cuatro juegos consecutivos para voltear el impulso y subir 5-4. Pero Eala mantuvo su compostura bajo presión. Con un descanso bien intermitente en el décimo juego, recuperó el control y cerró el set con tres juegos consecutivos, 7-5.
Gracheva se recuperó fuertemente en el segundo set, aprovechando una caída visible en el ritmo de Eala. El jugador francés-ruso se abalanzó en la cadena de errores no forzados del filipino y tomó el set fácilmente, 6-2, forzando un decisivo.
Con un lugar en la final en la línea, el tercer set se convirtió en una guerra de desgaste. Ambos jugadores mantuvieron el servicio temprano, empatado en 3-3 después de seis juegos tensos. Fue Eala quien parpadeó al final. Ella rompió a Gracheva en el séptimo juego con una mezcla de retornos angulados y un juego de referencia pesado, luego mantuvo el servicio para subir 5-3. Sintiendo su momento, Eala dio un paso al frente y selló el partido con otro descanso, obteniendo una de las mayores victorias de su joven carrera.
Eala ahora está esperando al ganador de la articulación Maya de Australia o en Anastasia Pavlyuchenkova de Rusia, donde apuntará a limitar su campaña Open de Eastbourne con un título histórico, una que la convertiría en la primera filipina en ganar una corona de singles de la WTA.
Mientras entra en la cancha para la final, Eala lleva consigo no solo la bandera, sino las esperanzas de una nación hambrienta de gloria de tenis global.