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La pregunta es relevante.
Porque puedes.
El día del 26 de junio de 2025 se marcará en la reciente historia política de España.
El Tribunal Constitucional, presidido por Cándido Conde-Pumpid, validado por seis votos en contra de cuatro la ley de amnistía ilegal promovida por el gobierno de Sánchez.
Esta decisión implica el mayor apoyo legal hasta la fecha a una regla que borra los crímenes vinculados a los ‘Procés’ cometidos entre 2011 y 2023, beneficiando cifras como Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, así como otros 400 procesados para el intento secesionista catalán.
Una decisión humillante para el estado español y para toda la ciudadanía, porque equivale a disculparse con los conspiradores de golpes.
El fallo no solo ha desencadenado una ola de reacciones políticas, sino que ha alimentado un debate nacional sobre legitimidad democrática, independencia judicial y el futuro del estado de derecho.
La resolución descarta que la amnistía no viola ni la constitución ni las regulaciones europeas sobre terrorismo o extradiciones, también rechazan la consulta al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).
🔴 El Tribunal Constitucional Socialista ha decidido que esto era una niña y que debemos amnistía a todos los que participaron en esta “travesura”
En España, paga más caro para hacer el estado de resultados mal que dar un golpe de estado
“Estado de derecho” Llámalo pic.twitter.com/nr8kgmytfc
– Doctor Tricornio (@doct_tricorne) 26 de junio de 2025
¿Puedes revertir este “tropiezo”? Obstáculos legales y políticos
La pregunta que resuena en los pasillos del Congreso y en las reuniones ciudadanas es si existe algún mecanismo para “desglosar” este respaldo constitucional. El margen es, francamente, limitado:
El Tribunal Constitucional es el último intérprete de la Constitución en España. Sus oraciones son firmes e inadecuadas dentro del sistema nacional. Solo una reforma constitucional podría modificar el marco legal para prohibir las amnistías futuras, pero dicha reforma requiere mayorías parlamentarias actualmente inalcanzables. La ruta europea casi se descartó después de la negativa del TC a plantear un problema perjudicial al TJUE y después de afirmar que la ley no viola las regulaciones de la comunidad.
En resumen: a excepción de un giro político inesperado o una eventual intervención del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, ahora poco probable, la decisión es prácticamente irreversible.
Corrupción histórica: Sánchez y la compra de una presidencia
El discurso de la oposición ha sido devastador. De las filas de la fiesta popular, esta amnistía se describe como “la peor corrupción en la historia para comprar una presidencia”. Se argumenta que Sánchez ha convertido los indultos en moneda política para garantizar el apoyo parlamentario indispensable para su investidura, en una operación que protege a los fugitivos y condenado a cambio de su apoyo institucional.
Esta percepción se convierte en la fortaleza ante los antecedentes recientes: el mismo tribunal constitucional exoneró hace meses a los presidentes socialistas andaluza Griñán y Chaves en el mayor caso judicial para la corrupción (el ERE), borrando así del mapa criminal un escándalo de 680 millones desviado. El mensaje: quién tiene poder en España puede reescribir las consecuencias legales con una mayoría conjunta.
Amnistía: lejos de Europa, cerca de Venezuela
Uno de los argumentos más repetidos para los críticos es que esta amnistía nos aleja del marco europeo y aborda peligrosamente el modelo venezolano, donde los cambios legales están dictados al ritmo del interés gubernamental inmediato. Desde los puestos políticos y de los medios, se observa que ningún país europeo ha promulgado una ley similar para borrar los crímenes tan graves como los perpetrados durante los ‘Procés’.
No hay precedentes comparables en las democracias consolidadas europeas. La normalización política en Cataluña se logra, según los defensores, a expensas de romper los principios fundamentales como igualdad ante la ley o la separación efectiva de poderes. Una deriva se denuncia hacia la “justicia selectiva” motivada por los pactos políticos.
La paradoja es evidente: mientras se invoca una supuesta “reconciliación”, es un clima de impunidad que erosiona la confianza de los ciudadanos en las instituciones es la alimentación.
Golpe de estado a la constitución: Pumpido y sus secuaces bajo sospecha
Es imposible analizar este episodio sin subrayar el papel decisivo desempeñado por Cándido Conde-Pumpido y su mayoría progresiva en el TC. El proceso de renovación del tribunal, fruto de los pactos entre PSOE y PP, permitió que las cifras relacionadas con el ejecutivo asuman posiciones clave, protegiendo así decisiones sensibles como esta ley.
Las críticas internas han sido virulentas:
El ex líder socialista aragonés Javier Lambán tocó el fallo como “un golpe letal para la Constitución”. Los magistrados conservadores han anunciado devastadores votos privados. El tribunal es acusado no solo de parcialidad ideológica, sino también de “corrupción moral”, una acusación inusual en la democracia.
Todo esto paga una sensación creciente entre juristas y ciudadanos: el árbitro ya no es neutral, sino una parte activa del conflicto institucional.
Consecuencias políticas inmediatas … ¿Ya a largo plazo?
La validación definitiva de la amnistía tendrá efectos inmediatos:
Los acusados verán sus responsabilidades penales, administrativas y contables extinguidas. La independencia catalán obtiene un triunfo político perseguido largamente. El gobierno refuerza su estabilidad parlamentaria gracias al apoyo soberano.
Sin embargo, las consecuencias más profundas aún pueden ser:
La confianza social se erosiona seriamente en el principio de igualdad ante la ley. Abre el camino hacia un precedente inquietante: cualquier mayoría conjunta podría legislar la impunidad para sus aliados. Surgen duda en qué medida las instituciones españolas están blindadas contra episodios similares similares.
Curiosidades y datos llamativos
La votación estaba tan dividida como las piscinas previstas: seis magistrados progresivos contra cuatro conservadores. No es un movimiento sorpresa. La presentación definitiva fue obra de Inmaculada Montalbán, un magistrado cuya carrera también estaba vinculada a decisiones controvertidas como la anulación parcial del caso. En las redes sociales, el término “Pumpidazo” circula, equiparándolo con otros episodios históricos donde las decisiones judiciales cambiaron drásticamente la dirección política nacional. La propia parte popular participó en su día en los acuerdos de renovar a los miembros del TC que hoy ha renovado a los miembros del TC hoy este resultado habilitado. A pesar del respaldo constitucional, los sectores sociales amplios continúan considerando ilegítimos, e incluso inconstitucionales, esta amnistía. Las movilizaciones ciudadanas no han cesado desde su proceso parlamentario.
El debate sobre si España sigue siendo un estado totalmente democrático después de que esta decisión aún esté abierta. Lo único seguro es que este capítulo se estudiará durante años como un ejemplo paradigmático, o advertencia, sobre los riesgos inherentes al uso partidista de la ley constitucional.