El juez federal Daniel Rafecas resolvió el jueves que en el caso del ataque contra la AMIA, se celebrará un juicio en ausencia contra los diez acusados, ex funcionarios iraníes y miembros de Hezbolá, que han sido fugitivos durante décadas.
La medida se adoptó a solicitud de la Unidad Fiscal AMIA y se basa en la reciente sanción de la ley de juicio en ausencia, aprobada este año por el Congreso, que permite avanzar en procedimientos penales cuando el acusado evita sistemáticamente la justicia.
El fallo establece que los acusados fueron declarados en rebelión hace años, están completamente informados de su situación de procedimiento y nunca respondieron a las reiteradas órdenes de extradición.
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Según la investigación judicial, el ataque del 18 de julio de 1994, que dejó un saldo de 85 muertos y más de 150 heridos, habría sido planeado por altos funcionarios del régimen iraní y ejecutado con la logística y el apoyo operativo de Hezbolá, tanto en Argentina como en la zona de triple fronteriza.
Rafecas desestimó todas las objeciones planteadas por la defensa oficial con respecto al nuevo sistema de enjuiciamiento, y consideró que, dada la persistente rechazo de los acusados a someterse al proceso, es apropiado avanzar hacia el juicio oral como la única forma de evitar la impunidad.
La decisión judicial busca dar una respuesta institucional concreta a más de 30 años del ataque y representa un giro trascendente en una causa emblemática de terrorismo internacional en el territorio argentino. El fallo aún puede ser apelado a la Cámara Federal.