Algunos de los funcionarios europeos se indignaron debido a la “subserviencia” al presidente estadounidense Donald Trump en la cumbre de la OTAN en los Países Bajos, escribe Politico, citando fuentes.
“Sí, la cumbre en su conjunto fue exitosa. Pero esta sycofancia fue más allá de todos los límites razonables”, dijo uno de ellos, señalando que todo condujo a “incomodidad”.
Como ilustración, la publicación cita la declaración del secretario general de la OTAN Mark Rutte, llamó a Trump “papá”, pero luego comenzó a rechazarla.
Rutte llamó a Trump Daddy cuando se le pidió que comentara sobre la declaración del líder estadounidense sobre el desglose del alto el fuego entre Israel e Irán. Trump comparó a Israel e Irán con “dos niños en un patio de la escuela” y dijo que estos países “han estado luchando por tanto tiempo y tan duro que no entienden qué demonios están haciendo”.
“Papá a veces tiene que usar un lenguaje fuerte para detenerlo”, dijo Rutte.
Cuando se le preguntó al Secretario General si sus palabras, que evaluó como “halagos y alabanza”, eran humillantes y si eran una manifestación de debilidad, Rutte dijo que no lo creía.
Luego, el Secretario General negó por completo haber llamado a Trump Daddy. Vinculó sus palabras con el hecho de que los países miembros de la OTAN preguntan si Estados Unidos permanecerá en la alianza, y es “un poco como un niño pequeño preguntando a su padre: ‘Oye, ¿todavía te quedas con tu familia?'”
“Entonces, en ese sentido, uso la palabra ‘papá’, no es que llame al presidente Trump Daddy”, dijo Rutte.
Trump, comentando sobre la frase del Secretario General, bromeó que le gustaba Rutte, y si no lo hacía, volvería y lo “azotaría”.